Desde muy joven tenía una profunda búsqueda de respuestas. El mundo interior era el lugar en el que más a gusto me sentía ya que percibía al mundo como un lugar bastante hostil, y mayormente contradictorio. A lo largo de esa búsqueda me encontré con distintas enseñanzas de las que me iba nutriendo en porciones, ya que ninguna era completa en sí misma, pues me aportaban respuestas, pero se abrían más preguntas o cuestionamientos a la misma experiencia que tenía en relación con padres, parejas, trabajos, incluso conmigo misma. Leía libros de autores como Wayne Dyer, Luis l. Hay, y Eckhart Tolle, que me mostraban en distintas formas que había algo más que lo que podía entender simplemente con el pensamiento; había una experiencia a la que podía acceder, solo me quedaba ir encontrando como hacerlo. Un Curso de Milagros llega mi como respuesta clara y absoluta a todas mis preguntas, me ofrece un entrenamiento en la mente y lo tomo con un entusiasmo y compromiso que jamás había sentido.
Permanezco en la práctica durante unos tres años, durante los cuales se me acercaron personas que querían iniciar el camino con mi acompañamiento, y así, sin darme cuenta año a año se formaban grupos y yo mantenía mi practica a través de la enseñanza. En el año 2014 conozco en persona a Jorge Lomar, quien da una charla en mi casa y luego un retiro de silencio al que también asisto. Yo había leído un libro de su autoría que se llama vivir el perdón, y que me había movido mucho. Sin saberlo estaba entrando en las prácticas del perdón que, alineadas con el curso, terminaron de darme las herramientas de las que hoy dispongo para experimentar mi vida de una manera muy amable con una sensación cada vez mas profunda de agradecimiento y con relaciones que me muestran una y otra vez la unidad que compartimos o lo que aún esta obstaculizando en mi mente esa experiencia plena-mente. He realizado todos los cursos de la Escuela de Jorge Lomar para integrar todo el aprendizaje a la experiencia misma, y al completar el curso de facilitadora del Perdón he encontrado la forma de compartir las enseñanzas del Curso de Milagros como un camino de elecciones donde el perdón es la única elección que nos lleva a liberación de la identificación con algo que no somos y que nos trae mucho conflicto. Mi propósito esta claro Hoy, y se fortalece aún mas al enseñarlo, el perdón es el camino, Y un Curso de milagros nos aporta la estructura necesaria para avanzar y dejar atrás el pesado carro de la culpa. Amo compartir y aprender de quienes me acompañan, amo sentarme y escucharte y convertirme en el medio a través del cual ambos podemos sanar y vernos como iguales, porque he descubierto que solo asi podemos llevar eso a todas las demas relaciones de nuestra vida.
Facilitación, profundización y práctica
Prácticas, Comprensión y profundización