El perdón es un proceso interno de liberación en la mente.
Es la liberación de a culpa en la mente. Es un salto cuántico de consciencia cotidiana que me lleva a una mentalidad de paz.
Una mente que está en conflicto, solo puede manifestar conflicto. Esto pasa a ser la causa de nuestra forma de percibir y sentir el mundo, ya que la forma en la que vivimos nuestras relaciones está basada en nuestro contenido mental. Seguiremos viendo esto mas adelante.
El verdadero perdón se basa en la identificación con inocencia total. Si es Total no deja nada fuera. Desde una mente identificada con lo dual es imposible comprender este concepto, ya que se le da tanta realidad a la inocencia como a la culpa, a lo bueno como a lo malo, etc.
Podemos ver nuestra necesidad de perdonar si atendemos nuestro sentir: Si estoy sufriendo, en algún nivel , aunque sea una pequeña molestia, un pequeño juicio, es un indicio de que la mente esta en conflicto.
Hemos naturalizado e incluso tomado como valioso, vivir con apuro, llenos e actividades, cuánto mas hago mas valgo, cuánto mas produzco mas exitoso. Sin embargo, vivimos con una inseguridad latente, desconfiando, y tratando de controlar o manipular situaciones, personas o acontecimientos para no sentir tristeza, enojo, miedo, dolor por las pérdidas, vivimos con miedo de sufrir daños. Esto es así por nuestro programa mental de conflicto. Cada uno de nosotros siente y piensa distinto, según su percepción, y ésta percepción está completamente influenciada por nuestro contenido mental.
Si Cambia mi contenido mental, cambia mi percepción.
Si cambia mi percepción cambia mi sentir.
La Buena Noticia, es que además de esta mente programada (ego) contamos con un aspecto sanador en la mente que podríamos llamar Mente Consciente, Mente superior, guía interior, Maestro interno, Ser, Espíritu Santo, o como nos resuene mejor, Un curso de Milagros lo llama Mente Recta, donde el maestro es el Espíritu Santo, que representa la voz de Dios en nuestro interior, y es quien nos guía de vuelta a ÉL. Es A través de esta mentalidad que trabaja el perdón.
El perdón es un camino muy amable, que nos conduce a un cambio de percepción sobre la persona, la situación y la vida como consecuencia de una expansión de consciencia.
MENTALIDAD PROGRAMADA: EGO / CONFLICTO
MENTALIDAD RECTA: SER / COMPRENSION.
El perdón no significa que debo permitir el maltrato, ni la violencia. No significa que debo someterme, resignarme o sacrificarme.
El perdón no dice que no tengo que hacer lo que estoy haciendo en las formas, no me pide inmovilidad, ni que me proponga cambiar hábitos en mi conducta.
Perdonar es un proceso interno, y no una obligación para ser más espiritual, no me exige nada, al contrario, voy paulatinamente deshaciendo mi adicción al sufrimiento en un proceso completamente interno.
El programa, o sistema de pensamiento del Ego, es complejo, pero si me abro al perdón como práctica interna, esto terminará afectando mi comportamiento en lo externo naturalmente, y dejaré de juzgar. Pero no puedo hacer que el perdón suceda por forzarme. El perdón no es hablar o arreglar las cosas con el otro, no es corregir mi conducta externa, sino más bien, una corrección en mi mente que cambia mi forma de percibir la relación con ese otro. (aunque en las formas elija hablar con él, y esto puede que salga bien, como que salga mal, no será lo importante)
Perdonar no es evadir el mundo, no es aislarme, o volverme insensible, sino que me abrirá al sentir sin miedo. Porque lo perdonado deja de afectarme emocionalmente, es decir, deja de tener sentido en mi interior como argumento para seguir sufriendo.
No es un momento de calma, no es lo que hemos aprendido que se siente luego de que finalizamos una larga jornada de trabajo, lo que sentiremos cuando el problema que tenemos se resuelva.
Tenemos una frase que refleja muy bien la creencia colectiva de lo que para nosotros es la paz y cuándo llega ésta finalmente: ¨Que Descanse en Paz¨. Esta idea es la que se tiene a cerca de la Paz, y de la inevitable falta de ella en la experiencia del cuerpo. Es una declaración colectiva de que la paz es muerte, y de que la muerte es el final del sufrimiento que nos trae la vida con el cuerpo.
La paz, es el estado natural de la mente alineada con su fuente y expresando su propósito creativo desde esa fuente. La paz es aceptación de lo que es es. En la experiencia cotidiana se expresa como coherencia entre el sentir pensar y hacer. El estado de paz, es la forma de expresarse del Ser a través del cuerpo, volviéndose éste un medio para expresar amor y no un fin en sí mismo como lo es para el programa mental del ego.
Al principio la paz es temporal, pero la práctica cotidiana del perdón nos traerá una comprensión que antes no veíamos, los conflictos ya no se sienten como antes, ni duran lo mismo. Poco a poco veremos que podemos recibir las experiencias como parte del aprendizaje personal sin la carga emocional, o el conflicto mental.
El programa mental del ego tiene defensas contra la paz, y estas se presentarán como pensamientos de la paz como una actitud hacia la vida de no productividad, quietud, indiferencia, Sacrificios o costos para conseguirla.
La paz no es lucha, es amor por lo que es, tal como es. La paz Es aceptación profunda, no es resignación.
Los pensamientos que tenemos son propuestas mentales, habitan en distintos niveles de nuestra conciencia y pertenecen al programa mental del ego que se apoya en memorias que al repetirse una y otra vez se vuelven creencias desde las que experimentamos la vida, es decir, vivimos a través de los filtros de estas creencias o pensamientos. Puedes por ejemplo comprobar en tu vida si un pensamiento no cambia tu actitud ante una persona, incluso tu sentir, y forma de expresarte.
Los pensamientos no son realmente nuestros, pertenecen al mundo, a las historias familiares, la educación, los amigos, la cultura, las relaciones, las experiencias del cuerpo, son memorias selectivas y también son interpretaciones que vienen de razonamientos pre-programados, prejuicios. Vienen de programas profundos que hay en el subconsciente y dan una coherencia global a mi mentalidad. Pero de esto soy totalmente inconsciente. Nada de esto es mío, y solo sabiendo esto puedo observar con neutralidad sin miedo ni culpa.
´´Si no hay identificación, entonces lo que hay es observación”
El sufrimiento es la consecuencia inevitable de la resistencia a lo que experimentas, sucede porque estoy apegado o identificado con la memoria de lo que creo ser, y porque soy adicto a mis expectativas y a mis recuerdos, a mis intereses, suposiciones y comparaciones, en lugar de estar en esta experiencia misma tal como es. No estoy dejando entrar nada, simplemente quiero mantener todo tal como lo conozco, ya que siento cierta seguridad en ello. Lo desconocido puede ser fabuloso pero es desconocido y por lo tanto nos produce miedo.
Los pensamientos son como la voz en mi cabeza que repite viejas historias y si yo no lo pongo en duda me definen.
la identificación con los pensamientos funcionan como filtros en nuestra forma de percibir y sentir filtran mi sentir.
Cuando comenzamos a mirar dentro veremos ideas de culpa, de ser incorrectos, insuficientes, incapaces, poco valiosos, veremos culpa y si no aprendemos a hacer estas observaciones con la capacidad de discernir entre lo falso y lo verdadero sentiremos mucho miedo de seguir mirando y dejaremos de hacerlo, alejándonos así nuevamente de la posibilidad de perdonar, cuestionar y sanar nuestra mente de la identificación con un YO que sobrevive por repetición.
La observación no es juicio.
Si miro a mis pensamientos desde un estado de presencia (ser consciente de lo que estoy haciendo), puedo ver que son esas propuestas mentales que puedo elegir que me afecten o no, puedo usarlos para cambiar mi forma de sentir, puedo identificarme con ellos, puedo verlos pasar, pero lo mas importante es que al verlos se produce en mi mente una disociación, no soy esos pensamientos, puedo ver que siempre cargan un juicio, una idea de saber, puedo ver como buscan controlar algo, puedo ver como su intención es llevarme a la acción con respecto a algo que parece estar necesitando corrección, o intervención, si lo observo mejor, también puedo ver lo que quieren estos pensamientos: mantenerme distraído buscando fuera lo que no se encuentra fuera. Estos pensamientos se vuelven quien soy si no me hago consciente de ellos, y pueden darle forma a mi personaje. Se quedan en mi mente y allí construyen un hogar que defiendo cada vez que quiero tener razón.
La Observación me permite desarrollar un discernimiento, desde el que puedo elegir verdaderamente. El personaje que creo ser, es decir la identidad que adopte, oculta quien verdaderamente soy, detrás de todos esos pensamientos con los que me he identificado.
Cada vez que observo a mi personaje, sonrío, y dejo que me siga mostrando lo que no soy. Es a través de la observación que puedo hacerme responsable, es a través de mi decisión de ver que puedo elegir ponerme en favor del presente, de mi sentir, de mi experiencia, permitiendo que mi consciencia me muéstrela inocencia en todo lo que experimento.
EL PERDON, ES, UN ENTRENAMIENTO MENTAL PARA IR MAS ALLA DE LO APARENTE Y LO FALSO
El ego siempre buscará que veas fuera de ti la causa de tu malestar, de esta forma te asegura un conflicto permanente y una distracción cotidiana. habrás experimentado como aquello que ayer te preocupaba ya se ha resuelto pero hoy ha brotado otro conflicto del que tienes que volver a preocuparte.
El verdadero conflicto radica en la confusión con respecto a lo que creemos que somos.
Mientras me mantenga distraído con el mundo exterior no podre observar al programa mental interno, y menos, cuestionarlo o poner en duda los pensamientos que me propone como alternativas para hallar mas felicidad o menos sufrimiento.
Ser inconscientes no nos permite descubrir que no somos el ego y menos reconocerlo como nuestra propia creación.
El Ego es mi creación, por eso tengo apego a él, el reconocimiento de esto me abre paso al perdón. Todo está en mi mente, y allí es donde debo aplicar el perdón.
1) SENTIR: Detecto mi sentir: miedo, enojo, juicios, molestia, tristeza, nerviosismo, rechazo, resistencia, etc. Lo acepto.
2)RESPONSABILIDAD: Reconozco que está en mi mente, y que si estoy sufriendo es que estoy percibiendo mal, acepto y recibo ese sentir. Me hago responsable de que es mío, y su causa está en mi mente.
3)HUMILDAD: Atiendo mis pensamientos, no los rechazo ni intento frenarlos, abro mi conciencia para recibirlos y observarlos. Llegan como creencias, juicios, soluciones, dictámenes, elucubraciones, razonamientos, incertidumbres, miedos etc. A cada uno respondo NO SE.
4)ENTREGA: Ahora elijo entregarle al Espíritu Santo, al Ser, a la mente correcta, a Jesús, al universo, o lo que me resuene interiormente, toda mi percepción del conflicto, toda creencia y pensamiento descubierto. Al entregarlo reconozco que ya no es más mío, me entrego a la confianza de haber dejado en manos de la sabiduría del ser, mi problema junto con mis juicios y creencias que había proyectado fuera.
Estoy poniendo a la luz lo que estaba en sombras, así sucede la sanción.
Nuestra mente aprendió por repetición, y de esa misma forma podremos desaprender y vaciarnos de viejas creencias limitantes para experimentar nuestra vida en la plenitud y abundancia de nuestra esencia creativa. Somos amor y desde esa certeza no hay sufrimiento, ni carencia, no hay dudas, ni culpa.
Elijo de nuevo
Bibliografía : Escuela de perdón Jorge Lomar/ Extractos Valeria Dios
1) Elijo una situación o persona que me haya afectado o me afecte de alguna manera, en una lista vertical describo usando dos o tres palabras qué es lo que me hace, o de qué se trata eso que me perturba.
2) Al lado de cada cosa que me perturba, usando una palabra, expreso la emoción que me produce. (todas las que se te presenten usa las que a ti se te presenten)
Por ejemplo:
1)Me critica:2) siento Enojo-Impotencia.
3) Ahora armo una oración que comience con ´´elijo sentir´´ y agrego mi emoción
Por ejemplo:
Elijo sentir enojo-Elijo sentir impotencia
¿Es la primera vez que sientes éstas emociones? o ¿ya fueron sentidas por ti en otras ocasiones?
Esas emociones te pertenecen, Tú tienes la capacidad de sentirlas, así como la naranja da jugo de naranja cuando la presionas.
El exterior siempre puede ser un buen estímulo, pero no es la causa de lo que sientes, y ahora puedes elegir ver que lo que creías que las causaba (algo externo a ti) solo cumple la función de traerlas a tu consciencia para que perdones tus creencias de que alguien o algo fuera de ti realmente te lo provoca.
4) Ahora puedes usar la honestidad para poner en duda todo lo que fundamenta tus emociones. Deja venir a tu mente lo que creías que hacía que te sintieras así.
Por ejemplo:
No se si esto (describo lo que encuentro como fundamento de mi sentir) me enoja No sé si esto… (situación o hecho) me genera impotencia.
7) Releo mis emociones y describo en una o dos palabras cómo creo que es una persona que puede sentir estas emociones.
ejemplo:
Una persona impotente es ...
Una persona que se enoja es...
8) Esto que creo es una idea que estaba enterrada en mí, y esa situación solo sucedió para que la desentierre, la vea y la perdone, debido a que es solo una creencia de conflicto interno a cerca de mi identidad.
Ahora perdono y libero todo esto que descubrí en esta mirada interna. Recuerdo que no hay error en mi ni en nada, el perdón que acepto solo me muestra que esta experiencia y estas relaciones son completamente inocentes
Soy completamente inocente y en esta situación solo veo inocencia e impecabilidad. No hay nada que perdonar salvo mi deseo de creer que soy algo distinto de lo que Dios ama.
Elijo el perdón por encima de todo.
Agradezco como cierre, el haber podido elegir de nuevo y liberarme a través de una mirada más profunda sobre este conflicto.